martes, 24 de mayo de 2011

Fuiste todo, pero fuiste...

Hace tiempo que estas fuera de mi vida. Aunque sigues colandote por las rendijas de este debil muro que yo construi. Reconozco que pienso en ti todos los dias. Es inevitable, has sido parte de mi mundo demasiado tiempo. Una parte muy importante de mi mundo.
Tu que tantos besos me has dado. Tu que tanto daño mas hecho.
Me utilizaste y yo te queria. Ahora me doy cuenta de cuanto te queria. Ahora que ya no te quiero. Tu fuiste para mi un amigo y ala vez un mentor. Tu mirada de ojos verdes era irresistible para mi y lo sabias. Y te aprovechabas de ello. Conseguias todo lo que querias y mas.
Yo no era mas que tu juguete. Algo que te entretenia, algo que te servia, algo facil. Algo que no te creaba preocupacciones y no te suponia esfuerzos. Yo estaba ahi siempre que tu querias. Lo que pidieses yo te lo daba. Pero tu amor era ella.
Ella de quien decias que era tu joya. Ella a quien alababas delante mio. Ella a la que nunca me pareceria. Ella quien seria siempre mejor. Mas guapa. Mas lista. Mas estilosa.
Cuando te enfadabas con ella recurrias a mi. Y cuando no, tambien. Eso me hace pensar que algo me querias. Algo habia en mi que te gustaba. Ese era un pensamiento bastante recurrente. Un pensamiento bastante necesario. Un pensamiento que me alejaba de la locura. Un hilo que me ataba ala cordura.
Cordura que me hacia perder tu cuerpo de marmol blanco. Un cuerpo que parecia esculpido por el mejor escultor neoclasico.
Siempre fuiste protector. Y celoso. Nunca te gustaron mis compañias. Mis poetas de bragueta y revolcon. Decias ¿Ese? Ninguno te parecia bueno, porque ninguno era tu. Pero en el fondo te daba igual, pues sabrias que aunque fuese ese o el otro, siempre me rendiria ante ti.
Aunque tambien aprendi a ser fuerte. A resistirme. A aguantar. A alejarme de ti cuando veia que tus labios se acercaban demasiado. A no caer en la tentacion. Por eso fue un inmenso placer oirte suplicar. No sabes cuanto. No puedes llegar a entender lo que aquello supuso para mi. Una victoria entre miles de derrotas.
Pues cada vez que te besaba, que te tocaba, yo perdia. Y perdia cuando despues me decias que esa era la ultima vez. Nuestra historia esta cargada de ultimas veces. Pero al final la que puso el verdadero final fui yo. Por que me lo merecia. Por que ya era hora. Pero tambien, y aunque no lo entiendas, lo hize por ti.
Por ti, por quien e hecho cosas inimaginables, por quien e hecho cosas que nunca mas volveria a hacer. Por quien era capaz de hacer cualquier cosa.

Porque la novicia mas novata es capaz de hacer cosas que la prostituta mas experimentada se negaria a hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario