Fumar hasta agotar la última colilla y llorar como una
tonta, porque ahora es lo que toca. Porque cuando llega el sol, yo me voy. Me
voy como he venido, sin nada en los bolsillos y con una deuda muy grande en el
corazón. ¿Corazón? Que hortera. Que vergüenza, que cosas me haces decir. Año
arriba, año abajo. Que rápido ha pasado. Aunque estos dos meses han sido
lentos. Desde que te volví a ver un jueves de esos en los que no pasa nada
nuevo. Porque mirarte, te he mirado, pero verte… Verte es diferente. Es lo que
duele. Saber que estás y no estás. Nada como echar de menos eso que no has
tenido. Disfrutar de ese beso que nunca
me darás. Me conformo con un saludo en el metro y media sonrisa. Pero eso ya,
cuando vuelvan las nubes. Porque me voy, un año más huyo con la sensación de
dejar algo pendiente. De dejarte pendiente.
Adiós Bilbado, nos vemos en septiembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario